Pien Metaal, TNI. Aquí estamos con un panel para compartir conclusiones de reuniones y diálogos que TNI y otras organizaciones han organizado en Colombia, Perú y Bolivia. El tema de la hoja de coca es clave. La historia es alucinante que la hoja de coca sea considerada como un peligro para la salud. Organizamos consultas para hablar de las posibles implicaciones de la revisión crítica de la hoja de coca por la OMS. Es un problema real, no es teoría. Personas que consumen la hoja de coca son perseguidas, encarceladas por su consumo y afecta a muchísimas personas. Tenemos también un representante del ACDH hoy. Dos personas van a presentar desde Colombia, por el Senador Julio Cesar Estrada y a Pedro Arenas quien fue presente en dos reuniones en Colombia. Pasaremos después a Ricardo Soberón de Perú. Perú no se juntó a la petición de Bolivia y Colombia de revisar la hoja de coca aunque el país tiene una tradición muy larga con la hoja de coca.
Hernan Vales, ACDH. Hace un tiempo que venimos apoyando procesos sobre el tema de criminalización de la hoja de coca, especialmente lograr que se saque de la Convención de 1961. ¿Porque? Porque la revisión de la clasificación de la hoja de coca es un punto de inflexión para pueblos indígenas en muchos sentidos. La criminalización de pueblos indígenas por el uso tiene implicaciones dentro de varias convenciones internacionales de derechos humanos. Las prácticas de los pueblos indígenas son protegidas por el derecho internacional, especialmente la Declaración de las Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas. Otro punto importante es recordar que la coca es una planta medicinal tradicional para Pueblos Indígenas que desempeña un papel importante para su salud. Estamos ahora en un proceso de revisión importante para proteger los derechos de los pueblos indígenas. Creemos que es esencial la participación de pueblos indígenas en el proceso de revisión. La participación de pueblos indígenas no es esencial porque lo dice una convención. Es una buena idea de por si, para que sea informada y tenga consonancia para las personas afectadas. En el caso de este proceso, va a permitir que pueblos indígenas tengas este conocimiento y que se represente y se escuche. Es importe también para abordar el error histórico del enfoque colonialista y racista del informe que resulto en la clasificación de la hoja de coca. La participación va a permitir que la política sea la más eficaz y que se restaure la dignidad de los pueblos indígenas. El Relator Especial sobre los Pueblos Indígenas también llamo a la participación de los pueblos indígenas. Nuestra oficina en Colombia ha apoyado una serie de eventos y consultas con TNI sobre el tema. El otro punto que repito sistemáticamente es la consideración de derechos humanos en la toma de decisiones en relación con la hoja de coca – no se puede limitar a los 18 puntos médicos y científicos de la OMS. Hemos hecho lo posible para que tengan en cuenta factores de derechos humanos. Estamos dispuestos a apoyar a Estados, pueblos indígenas, sociedad civil interesados sobre el tema. Les invito también a consultar las Directrices Internacionales sobre Derechos Humanos y Políticas de Drogas y la Posición Común sobre Políticas de Drogas.
Senador Julio Cesar Estrada, Colombia. Nosotros pueblos amazónicos consideramos que la hoja de coca es una planta de origen, de creación de la humanidad. No se puede seguir con la estigmatización, informes científicos. No tienen en cuenta el conocimiento que nosotros tenemos. Utilizamos la hoja de coca con todo un pensamiento, una curación, como símbolo de aprendizaje, de curación y de creación. Es para curar el territorio, el ser humano, la tierra, todo lo que existe. Se escucha a todos, se respeta a todos. Sirve también para alimentarnos y para otros usos. Queremos que las Naciones Unidas pueda escuchar en las consultas que va a hacer para que los que saben sobre el tema podamos hablar. Tenemos que ver el tema de manera integral. Si se logra sacar la hoja de coca, necesitamos evitar el rol de grandes corporaciones en su involucramiento en el cultivo de la hoja de coca. Necesitamos proteger nuestro patrimonio.
Pedro Arenas, Viso Mutop. Nos alegró participar en una consulta con poblaciones indígenas, afrodescendientes y campesinas en el marco del proceso de revisión de la hoja de coca. Tuvimos conversaciones con varias comunidades del Cauca, en Cali y con médicos tradicionales indígenas en la región amazónica. En relación con elementos centrales a destacar, no era muy conocida la diversidad de productos derivados de la hoja de coca. Planteamos la necesidad de si la hoja se desclasifica, necesitaremos asistencia técnica y protección de la ingresión para evitar que ocurre que las ganancias se queden fuera de las comunidades que cultivan la hoja de coca. La coca es una planta para la vida buena para la humanidad que debería circular alrededor del mundo. Pero los usos tradicionales deben ser protegidos. Ninguna de las grandes compañías debería apropiarse de ello como fue el caso por el cannabis medicinal. La posición es que nunca se habría debido clasificar la hoja. Es el occidente que la clasifico, y es el occidente que debe reparar este error. Pero debe protegerse el uso tradicional de la hoja de coca. Naciones Unidas les debe perdón a los pueblos indígenas por haber llevado a esta clasificación de la hoja de coca, causándoles afectaciones medioambientales y socioculturales gravísimas. Es importante un mecanismo de reparación hacia ellos. El Protocolo de Nagoya puede ofrecer protecciones. El Grupo de Expertos en Drogodependencia debería organizar una consulta con pueblos indígenas para entender las implicaciones del proceso de revisión crítica. Se acordó también que el debate del GED no puede limitarse a la ciencia occidental, tiene que tomar en consideración la medicina, cultural, alimenticia de los pueblos indígenas sobre la hoja de coca.
Pien. Ha habido 7 consultas con productos de coca de la Paz, del Chapare, y otra con intelectuales. Una de las asistentes fue Estela, quien nos mandó una presentación que Constanza de ICEERS va a leer.
Estela Ramos Apaza, Bolivia. Un cordial saludo a todas las organizaciones presentes y a los amables asistentes. Mi nombre es Estela Ramos Apaza. Soy cocalera, productora de coca orgánica desde mis abuelos. Actualmente estoy como autoridad en mi municipio de La Asunta, ubicado a 197 kilómetros de la ciudad de La Paz, sede de Gobierno.
En los Yungas tenemos una organización que se llama ADEPCOCA, Asociación Departamental de Productores de Coca, donde están asociadas más de 44.000 familias, que sobrevivimos sobre todo con los ingresos de nuestra coca.
Las familias cocaleras hemos sufrido por más de 60 años de políticas coloniales por una clasificación irracional de la hoja de coca en la Lista 1 de la Convención Única de Estupefacientes de la ONU, en el año 1961, como planta peligrosa, prohibida como droga. Han criminalizado a la hoja de coca, en el marco de una guerra falsa contra las drogas.
En Bolivia, desde hace miles de años se ha consumido coca con fines tradicionales, religiosos, ancestrales y medicinales. Es un estimulante inofensivo y ligero como el té o el café que consume todo el mundo. La coca es similar.
Además, la coca en su estado natural posee muchas propiedades. Según nuestras experiencias y lo que hablamos con los expertos en las reuniones “La coca actúa sobre la inflamación, el dolor de estómago, el mal de altura y la resistencia física”. La coca en si, en su estado natural, no es pues droga.
Pero ya son más de 60 años que la coca está en la Lista 1, con la criminalización internacional por intereses económicos y políticos que están ligados a la producción de la coca para fines ilícitos. Dentro de Bolivia afectan a los intereses de los productores de coca de las zonas ancestrales de coca.
Y otro dato: En Bolivia, con la Ley 906 de 2017 hubo una erradicación irracional de cocales en Yungas. Esta Ley es conocida por muchos productores como la “ley maldita”, que ha ampliado la producción de coca a otras zonas que no eran productoras ancestrales. Prácticamente se ha “cocalizado” el país con esta ley y de esa manera afectando los precios de la coca.
Aparte de eso, ha habido mucha represión para que el Gobierno pueda aprobar esta ley que no ha sido consensuada con las bases cocaleras.
Además, la falta de atención técnica ha dado lugar al mayor uso de pesticidas y agrotóxicos en nuestras tierras que año tras año se van agotando. La pobreza y el abandono de nuestras tierras es bien notorio porque ya no podemos producir bananos, cítricos y otros.
Y cada Gobierno que entra hace un nuevo discurso sobre industrialización de la hoja de coca que en la práctica -hasta ahora- a nosotros no está beneficiándonos.
Respecto al pedido de desclasificación de la hoja de coca de la Lista 1 de Estupefacientes, en nuestras bases NADIE conocía esta propuesta. El Gobierno de Bolivia no consultó ni hizo ninguna socialización de la propuesta de desclasificación; solo organizó sus propios eventos sobre la coca.
NO HUBO DEBATE, aunque la propuesta es muy interesante. Pero por falta de conocimiento, la mayoría de los productores de coca de nuestras zonas cocaleras se opone. Creen que se va a afectar bastante al precio de la coca. Va a haber mayor producción y mayor oferta, entonces baja el precio y esto no nos conviene.
Recién, en los últimos meses de 2024, más de cien líderes, mujeres y hombres, productores de la zona cocalera ancestral de los Yungas de La Paz y parte de Cochabamba, así como profesionales e investigadores comprometidos con la defensa de la hoja de coca ancestral hemos debatido bastante sobre el tema de la desclasificación. Fueron muchas horas de reflexión y de propuestas para sacar nuestras conclusiones con el apoyo y la confianza del Transnational Institute, TNI.
Aunque la mayoría de los participantes – sobre todo las y los productores de COCA, a primera vista, no está de acuerdo con la desclasificación, al mismo tiempo, vemos que la desclasificación va a ser un acto de justicia histórica para los pueblos andinos y amazónicos, que promete beneficios importantes al poder abrirse un MERCADO INTERNACIONAL de nuestros productos.
No queremos más criminalización de la hoja de coca, como si fuera droga.
Necesitamos que la producción tradicional de la hoja de coca se mantenga en nuestros países en Bolivia, Colombia y Perú, que beneficie realmente a los productores ancestrales y que una industrialización sirva a nuestros pueblos y no así a las grandes empresas trasnacionales.
En conclusión, podemos decir que la defensa de una hoja de coca sana para el aculliku y el uso medicinal (en el marco de la misma Constitución Política del Estado, art. 348) debería ser prioritaria para el Estado Plurinacional de Bolivia,
– Considerando tanto al productor que requiere de planes y proyectos que estimulan la COCA ORGANICA (en un marco de rotación de cultivos)-sin pesticidas, ni otros tóxicos- en el marco de un desarrollo INTEGRAL en base a suelos regenerados, bioinsumos y control sanitario….
– Considerando también al consumidor que hoy por hoy se ve invadido por multiples ofertas de “Coca Machucada”, cuyos componentes adicionales y grado de toxicidad NO son controlados por las instancias sanitarias gubernamentales, dando lugar a un incremento de enfermedades, como especialmente CANCER en la boca.
Además la erradicación de cultivos excedentarios para fines ilícitos debería aplicarse de forma urgente en todas las áreas protegidas del país y de la amazonía en general ya que estos cultivos con aplicación irracional de pesticidas afectan de sobremanera la enorme biodiversidad con que cuentan nuestros países.
Y finalmente los procesos de industrialización de la hoja de COCA deben ser transparentes, basados en estudios científicos propios a ser implementados por las universidades públicas con respaldo gubernamental, buscando niveles de coordinación y estrategias de protección y VALORACION de la hoja de COCA entre los tres países productores históricos de la hoja de coca que promueven un verdadero aprovechamiento para los pueblos, productores y consumidores de esa nuestra hojita sagrada.
Y finalmente, solicitamos a la comunidad internacional apoyarnos en la revisión de la Ley 906 del Régimen de la Coca, la cual ha sido y sigue siendo un foco de tensión y conflicto entre los cocaleros de Los Yungas y Chapare.
Es necesario revisar y reformular las políticas públicas para que los esfuerzos internacionales de DESCLASIFICACION DE LA HOJA DE COCA realmente estén acordes a los derechos humanos, derechos indígenas y del medio ambiente.
Ricardo Soberón. En Perú tuvimos un proceso de reuniones con productores e la hoja de coca en dos áreas grandes de cultivo de la hoja de coca. El primer elemento a señalar es que productores demandan a la OMS el hecho que no fueron consultados en el proceso de clasificación original. Fue un proceso de extinción de la coca y de la cultura andina. El consumo tradicional y moderno en el Perú ha pasado a 6 millones de usuarios. La responsabilidad de los países, de la OMS y del propio sistema de la ONU. Se debe considerar la existencia de nuevos regímenes internacionales. El segundo elemento es que la inclusión de la hoja de coca en las convenciones fue la base de un injusto sistema de monopolio estatal que compra barato a campesinos pobres y venda a campesinos pobres. Rompe el sistema propio y tradicional de mercado de la hoja de coca y de la economía indígena y campesina. El tercer elemento es el enfoque de la reducción de la oferta, que ha sido un fracaso. Antes, había dos zonas de producción de coca, ¡ahora hay 19! No disminuye la producción de la cocaína o los actos de tráfico. La reducción de cultivos solo puede ser consecuencia de desarrollo sostenible y del control territorial por los pueblos indígenas. El cuarto elemento debatido es que una potencial desclasificación de la hoja de coca no debe debilitar la lucha contra el crimen organizado. Campesinos son muy firmes en no apoyar la posición del gobierno de Perú en octubre de 2024 porque no fueron consultados. Uno de los regímenes que deben ser producto de consultas es la protección del patrimonio de los pueblos indígenas, de sus recursos genéticos.
Pien. TNI y WOLA han desarrollado Crónicas sobre la Hoja de Coca. La última edición está ahora disponible en nuestras páginas web.
Pregunta. Todos estamos de acuerdos sobre la importancia de la hoja de coca y que el sistema internacional no está funcionando, necesitamos regular usos tradicionales y también otros usos, incluso para la cocaína.
Pien. Para mi, el uso tradicional ya ha cambiado mucho. En 1961, era el uso tradicional en una sola forma. Ahora, el uso se ha difundido y diversificado por migración y otras poblaciones y tipos de consumo. No es fácil catalogar un uso único. En Argentina hay un uso muy amplio también. En este momento la revisión de la hoja de coca no considera la revisión de la clasificación de la cocaína. Pero es una deuda que tiene la comunidad internacional.
Ricardo. De los que usan la hoja de coca, la mayoría ya no son indígenas.
Pedro. La conversación de hoy es sobre la hoja de coca. Tenemos considerarlas desde la perspectiva de reducción de daños. En el código penal cualquier cultivo puede ser considerado desde el ámbito penal. Pero deberíamos hacer lo mismo sobre la regulación de la cocaína y reconsiderar el sistema internacional de fiscalización de las drogas.